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Familia21 Sección Vida Periódico El Norte
La pandemia nos ha forzado al aislamiento y como resultado vivimos con sentimientos de miedo, incertidumbre y soledad. De aquí la importancia de aceptar y enfrentar la realidad con herramientas para sobreponernos y salir adelante. Por lo pronto no podemos cambiarla, pero si podemos nosotros cambiar y adaptarnos a esta nueva “normalidad”. Los que viven resignados y esperando que algún día cambie tienen mayores riesgos de sufrir problemas emocionales como estrés, ansiedad y depresión.
En muchas empresas se aplica la Ley de Revans que dice: “Cualquier sociedad, organización o persona para poder sobrevivir tiene que aprender con la misma velocidad como cambia el entorno.” Somos seres de adaptación y quien no lo haga no podrá sobrevivir a los nuevos retos. La resiliencia es una habilidad esencial para sobrevivir en cualquier situación que nos enfrentemos en la familia, escuela, trabajo, medio ambiente y sociedad. Se puede definir resiliencia de muchas maneras, pero se entiende como la capacidad que tiene una persona para sobreponerse a fracasos, adversidades, carencias y seguir adelante y luchando. A continuación, presento algunas estrategias de resiliencia que nos ayudará a enfrentar dificultades, y hasta caídas; así como a poder levantarnos para seguir nuestros sueños y camino.
1. Ver nuestra vida con positivismo sin importar qué tan pequeño sea. Disfrutar el amanecer o paladear con un sorbo nuestro café nos ayudará a tener otra perspectiva de nuestra vida. Como decía el filósofo romano Marco Aurelio: “La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella.” Y como decía Norman Vincent Peale, pastor y escritor americano, “no somos lo que pensamos, sino lo que pensamos somos.” Cada uno de nosotros podemos hacer el cielo en un infierno y el infierno en un cielo. Esto lo ilustra dos ejemplos con Napoleón y Helen Keller: Napoleón fue un hombre que tuvo prestigio, poder, dinero y gloria, sin embargo, él reconocía: “Nunca he tenido 6 días de felicidad en mi vida”; mientras Helen Keller, que a los dos años perdió la capacidad de ver y escuchar, declaró: “He encontrado que la vida es maravillosa.”
2. Reflexionemos y comparemos el antes y el hoy. La pandemia ha impactado en muchas formas nuestras vidas. Nos hemos puesto a pensar cómo nuestros antecesores sobrevivieron a las grandes epidemias, inundaciones, terremotos, peste bubónica, Revolución Mexicana, Guerra Cristera, Primera y Segunda Guerra Mundial u otros eventos históricos catastróficos.
Si ellos pudieron, también nosotros podemos. Nuestros hijos aprenderán a motivar a futuros hijos diciéndoles: “Crecí y sobreviví la pandemia, ahora realiza tus obligaciones escolares y de la casa.”
3. Usar este tiempo para hacer recuerdos en casa. ¿Cuáles son las experiencias más bonitas que recordamos de nuestra niñez? La mayoría corresponde al tiempo que pasamos juntos con nuestra familia: abuelos, tíos, primos, hermanos y padres.
Cuando preparamos recetas especiales de la abuela, completamos un rompecabezas de 1,000 piezas con nuestra madre o aprendimos a pescar con un tío.
El confinamiento nos puede ayudar a realizar actividades familiares que permanecerán en nuestra memoria, nos darán esperanza, fortaleza y una razón de vivir sin importar las dificultades, a nuestros hijos