La educación de Estados Unidos utiliza el concepto de 3 R’s para definir un estilo didáctico e instrucción centrado en lo básico y esencial del proceso enseñanza-aprendizaje.
Regresar a lo básico no significa volver a la educación tradicional de hace más de 50 años, sino revalorar lo esencial del aprendizaje que son las 3 R’s: LectuRa, EscRitura y ARitmética.
Para algunos será la primera vez que estén en un aula real con otros estudiantes desde que comenzó la pandemia. La propagación de la variante Delta altamente transmisible de Covid-19 requerirá un nuevo cálculo de seguridad, particularmente para los padres de niños menores de 12 años, que aún no pueden vacunarse.
El retorno a la escuela con clases presenciales, híbridas o mixtas tiene diferentes implicaciones. Son clases diferentes: En lo presencial sólo unos días, menos horas, con uso de cubrebocas, distanciamiento entre compañeros, entrada a la escuela con medición de temperatura y uso de gel antibacterial. Solamente un porcentaje en la escuela y el otro desde casa. El proceso enseñanza-aprendizaje será distinto.
Nuestros hijos se enfrentarán a lagunas o vacíos académicos ocasionados por el año y medio de educación a distancia.
Por eso hay una necesidad de implementar unas nuevas 3 R’s, que son: LectuRa, ARitmética y Resistencia o Resiliencia al Covid.
Varios estudios han confirmado que las áreas académicas de mayor impacto negativo ahora que inician clases son: Lectura y Matemáticas.
Los resultados son preocupantes ya que mencionan que los alumnos presentarán hasta un año de retraso educativo. No sólo las escuelas deben centrar sus esfuerzos en recuperar o nivelar las habilidades escolares perdidas sino, además, ayudar a los alumnos a resistir y fortalecer sus capacidades para superar los obstáculos que enfrenten en esta pandemia.
Este martes pasado (31 de agosto) EL NORTE publicó el artículo de The Wall Street Journal «Aqueja crisis de salud mental a los jóvenes por la pandemia» (Kids Head Back to School -and Bring Covid 19’s Mental-Health Scars With Them) donde los padres expresan que sus hijos, entre 13 y 19 años, empeoraron su salud mental con estrés, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y conductas desafiantes y hasta agresivas en esta pandemia.
El lunes pasado, un maestro de la Universidad de Georgia renunció a su trabajo porque una alumna no quiso usar cubrebocas en clase diciéndole: ‘No quiero usarlo porque no puedo respirar’.
El profesor le explicó que él tenía alto riesgo por padecer hipertensión, diabetes tipo 2 y por su edad.
Sin embargo, la alumna declaró que tenía el derecho de no usarlo ya que la universidad no la obligaba.
Simplemente, el maestro recogió sus papeles del escritorio y se retiró y horas después presentó su renuncia a su director de carrera.
Para nadie es fácil vivir esta pandemia, pero debemos formarlos a ser Resistentes y Resilientes para que superen todo obstáculo.
– El uso de cubrebocas es un hábito que da protección para ellos y los demás.
– Todos ellos desearán estar cerca de sus amigos y compañeros de escuela, pero hay que recordarles que la distancia de un metro y medio los protegerá de cualquier contagio.
– Sé que necesitan sus reuniones o fiestas de amigos para crecer sus relaciones sociales y desarrollar su identidad, pero traten de evitarlas.
Y papás por favor no las fomenten. Esta semana un chico adolescente intentó suicidarse porque sus papás no lo dejaron que fuera a una reunión de sus compañeros de la prepa.
Necesitamos hacerlos más resistentes y resilientes porque todavía la pandemia estará con nosotros un tiempo largo.