No es ningún secreto que muchos estudiantes llegan a la universidad sin hábitos y habilidades de estudio para tener éxito.
Cada semestre observo generaciones menos comprometidas en su vocación que buscan tener un título invirtiendo poco esfuerzo en su preparación. A continuación, presento algunos principios que todo estudiante debe poseer:
1. Asistir con puntualidad a clase. Comprendo que no todos los cursos responderán a las expectativas. Existen asignaturas que responden a la vocación profesional, pero hay otras que buscan su desarrollo integral, Desafortunadamente, la mayoría percibe estas materias como «de relleno»para sus propósitos profesionales. Esto puede provocar desaliento en muchos.
2. Atención y compromiso. Estar alerta y comprometido en clase es esencial para lograr un aprendizaje auténtico. Sin atención el cerebro no tiene el input para percibir y adquirir los conocimientos y habilidades de cada una de sus clases. Su compromiso es poner sus celulares a distancia, retirar los auriculares o AirPods y evitar cualquier distractor.
3. Evitar la procrastinación. «Después lo hago» es una actitud común entre los universitarios. Entiendo que esta generación busca un balance entre sus deberes académicos y su vida personal. Para muchos es importante socializar con sus amigos, pasar tiempo de descanso viendo series de televisión o su celular y no preocuparse con el cumplimiento de sus responsabilidades. Sin embargo, postergar el cumplimiento de sus compromisos incrementará su estrés y ansiedad.
4. El mundo jamás se adaptará. Observo cada vez más estudiantes con menor resiliencia ante pequeñas frustraciones. Esperan que los maestros, escuela y mundo se adapten a sus necesidades. Con la tecnología, esta generación tiene acceso a respuestas, lo que reduce la necesidad de resolver problemas de forma independiente o creativa
5. Poca resiliencia. Muchos jóvenes de esta generación crecieron bajo estilos de crianza más protectores, como «papás helicóptero», lo que les dio menos oportunidades para enfrentar desafíos, superar el fracaso y resolver problemas por sí mismos.
En conclusión, el éxito académico y profesional de los universitarios depende de su capacidad para adoptar principios como la puntualidad, la atención y el compromiso en clase.
Es esencial que los estudiantes comprendan que su formación integral requiere esfuerzo, tolerancia y disposición para superar las adversidades.