Este correo lo recibí de un chico de 12 años (realicé algunas correcciones ortográficas y de redacción) esta semana: “Profe, sé que usted orienta a los papás. Quiero decirle algo. Ya no aguanto estar en la casa. Al principio pensé que eran vacaciones, pero ahora tengo mucha tarea de la escuela que no entiendo y mi mamá se desespera mucho conmigo y me grita. Las Misses (maestras) piensan que tenemos mucho tiempo libre y nos encargan más tarea que cuando íbamos a clase. Quiero ir a mi escuela para estar con mis amigos y jugar en el recreo. En casa, cuando no hago tarea mi mamá quiere siempre que estemos juntos haciendo cosas y eso me aburre. Por todo me regaña y me grita. Me estoy volviendo loco. Tengo dos hermanas que todo el rato están hablando y peleándose y por todo me echan la culpa. Quiero ir a la escuela y salirme de la casa.”
Muchos de nuestros hijos ya quieren regresar a la escuela para ver a sus amigos y tener su vida normal de antes. Esto me parece extraño ya que la mayoría de los muchachos no les gusta su escuela ya que es aburrida, no les permiten hacer lo que quieren, hay tareas y exámenes que los estresan y les quitan tiempo para divertirse o no quieren estar en un ambiente de silencio y trabajo. Sin embargo, ahora la mayoría la extrañan. ¿Por qué prefieren la escuela? Pareciera, en teoría, que nuestros hijos estarían más felices en casa. Probablemente los primeros días sí, pero después de algunas semanas han cambiado de opinión. Entiendo perfectamente que la mayoría desean la escuela no por el aprendizaje sino por la convivencia de sus compañeros y jugar con sus amigos. Sin embargo, algunos hogares se han convertido en una pesadilla para algunos de ellos. En vez de ser un lugar de seguridad, tranquilidad y paz se ha convertido en una zona de estrés y pleitos entre los padres e hijos.
Las familias están ante una bomba de tiempo: Papás estresados por la inseguridad laboral y económica, mamás cansadas por el incremento de responsabilidades de crianza, domésticas, profesionales y escolares y chicos aburridos en el aislamiento, aislados de sus amistades, se sienten controlados y vigilados constantemente y presionados en cumplir con altas expectativas sus labores escolares y hogareñas. Muchos de los hijos gritan y exigen un “break” (un descanso).
Ante toda esta crisis de los muchachos puedo ver una luz positiva y cambio de percepción: “La escuela no es tan mala como pensaba.” Una niña de 10 años me comentó: “Mr., tener la escuela en casa es muy aburrida y cansada. Estoy 4 horas tomando clases y 3 horas haciendo tareas al día y todo en mi tableta. Ya quiera estar en mi escuela.” Invito a las escuelas a utilizar estrategias instruccionales a distancia efectivas para incrementar la motivación y garantizar el aprendizaje. En un estudio realizado en los Estados Unidos el 78% de estudiantes universitarios afirmaron que es más fácil aprender en una clase que en una pantalla. Se requiere mayor esfuerzo en aprendizajes a distancia. Muchos pensamos, falsamente, que estas generaciones recientes (Milenios y Z) aprenden mejor con la tecnología. Una cosa es que la usen y otra que aprendan usándolas. Un aprendizaje significativo y permanente es adquirido en contextos sociales, manipulaciones concretas, interacciones académicas a través de la indagación y preguntas (método socrático), experiencias para transferir el dominio del conocimiento y las habilidades y crear estados de interés y motivación para aprender.
Familia21
Sección Vida
Periódico El Norte
Hola doctor, muy atinado comentario. Le comparto una nota que recientemente escribí alineada al tema, espero sea de su interés. Le mando un saludo y buenos deseos para usted y su familia.
https://amp.elfinanciero.com.mx/monterrey/agarzelim-alvarez-la-era-del-acompanamiento-digital
Soy mamá de 4, 3 hombres y una mujer, estoy sorprendida de lo bien que hemos llevado la cuarentena, la casa no es muy grande, moví los muebles para poner una mesa de plástico y sillas de plástico para todos y no estresarme de que rayaron o mancharon. Ahí comemos, jugamos, hacen sus manualidades, ven sus tablets y comen sus snacks y no los regaño, simplemente tienen que recoger sus cosas. Me dicen que no soy la mamá de antes que los regañaba casi por todo, y les digo que si yo estalló, nos va mal a todos, que es tiempo de calma, ellos se ríen porque dicen la otra mamá hubiera…… Nunca pensé estar en una situación así pero por la salud mental de todos es bueno que se nos resbalé un poco la casa, las reglas, los problemas. Todo mundo recomienda series de Tv, no he visto ninguna, jugamos dominó todas las noches, nos ponemos a platicar, a jugar luchitas, etc., hasta hoy ha funcionado. Me gusta que le den importancia a la escuela en línea porque es parte de la rutina.