Estoy cansada

Esta semana he recibido decenas de quejas y correos electrónicos de mamás en esta pandemia: “Maestro, estoy muy cansada y angustiada.” “Tengo que ser mamá, esposa, empleada y maestra y no termino todas mis responsabilidades al final del día.” “Estoy muy estresada y agotada por toda la presión de mi trabajo, mis hijos y mi marido.” “Mis hijos no quieren hacer la tarea y tampoco ayudar en casa. Mi marido tampoco colabora porque dice que tiene homeoffice. Yo también y tengo que lidiar con todo. Es muy sofocante.” Pensábamos que este tiempo era muy difícil, pero había una gran oportunidad ya que habría más tiempo de convivencia familiar en el hogar. Sin embargo, parece que es todo lo contrario: Estrés afuera y más estrés en casa. Claro que hay familias que han aprovechado este tiempo para una mayor unidad, han repartido los deberes y quehaceres del hogar y familia y hancreado una mayor fortaleza y unidad. Sin embargo, muchas familias enfrentan un aislamiento de violencia, apatía, ansiedad y mucho trabajo duro.

Muchas mamás expresan que sus hogares son ambientes muy hostiles, reina el desorden, reacciones indiferentes y muy irritables los hijos y el marido. Estas son conductas “normales” cuando existe el aislamiento social y sentimientos de soledad. Puedo mencionar una gran cantidad de estudios sobre la conducta humana realizados a cosmonautas que viajan al espacio o exploradores que conquistan los lugares más fríos del mundo como La Antártida. Estas personas pasan meses en completo aislamiento social afectando a sus capacidades de tolerancia, paciencia, empatía, compasión y regulación de impulsos agresivos. El astronauta ruso Lebedev en la década de 1980’s pasó casi 7 meses en el espacio y comentó que más del 30% del tiempo en el espacio se la pasaba peleando y en fricción con sus compañeros cosmonautas. ¿Qué podemos hacer? Lo primero tenemos que dar estructura y orden a la agenda de casa cada día. Implementar un horario para las diferentes actividades: despertar, dormir, comer, quehaceres del hogar, tareas escolares, convivencia, familiar y tiempo de esparcimiento. Es muy importante distribuir toda la carga del trabajo entre cada uno de los miembros de la familia. La escuela no es la única responsabilidad de nuestros hijos. El trabajo tampoco es el único deber de la pareja. Todos tenemos responsabilidades y distribuir el tiempo para cumplirlas. Muchas mamás piensan que ellas son las únicas responsables de todo lo que pasa en casa y fuera de ella. Mamás no se enganchen y menos sean controladoras de todo lo que pasa bajo su techo. Hay que aprender a delegar y no estresarse si no cumple las “normas de calidad de mamá o papá.” Son tiempos de aprovechar el máximo tiempo de estar en familia y no para pelearnos. Una familia que vive solamente peleas tiene más probabilidad que sus miembros pierdan su autocontrol emocional y volitivo llevando a situaciones de violencia, depresión y ansiedad y llevando a cada uno de los miembros a aislarse más del aislamiento.

 

Familia21
​​​Sección Vida ​​

Periódico El Norte

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