En las últimas semanas ha habido un incremento muy preocupante de intentos y consumación de suicidios entre los adolescentes. Los estudios nos indican que la causa más importante es la depresión. ¿Cómo podemos explicar la depresión en el cerebro de los adolescentes?
Uno de los factores biológicos importantes es la disminución del neurotransmisor cerebral llamado serotonina, elemento bioquímico que regula nuestros estados emocionales. Cuando el cerebro tiene niveles bajos de serotonina existe un alto riesgo de ansiedad, tomar decisiones de autolesiones y hasta el suicidio.
Su prevención es fundamental y para ello debemos contestarnos dos preguntas: ¿cuáles son las causas que provocan el déficit de serotonina en los adolescentes? ¿Qué podemos hacer para prevenirla?
Existen causas genéticas, hormonales, alimenticias y ambientales que provocan que la serotonina no se active normalmente. Sin embargo, quisiera enfatizar un factor detonante postpandemia que muchos de los adolescentes están sufriendo: estrés. Los estudios médicos nos indican que la exposición de un estrés prolongado e intenso ocasiona disminución en la producción de serotonina y, por ende, aumenta el riesgo de sufrir depresión y suicidio.
Hoy existe una gran presión entre los adolescentes para obtener la aprobación no solamente de sus compañeros y amigos, sino de sus padres. El logro es quizás una de las experiencias más gratificantes del ser humano. Además, la conquista de logros es la mejor forma de tener el reconocimiento de los demás y, al no obtenerlo, provoca frustración y un gran estrés al no cumplir las expectativas de los demás.
La pandemia ha provocado una gran cantidad de problemas de salud mental y uno de ellos es la baja tolerancia a las frustraciones. Nos enfrentamos a una generación de niños, adolescentes y adultos que no pueden soportar pequeñas adversidades o dificultades al realizar sus actividades y tareas como: enojo ante la situación de no esperar su turno en la participación de clases al sentir que sólo ellos tienen ese derecho, querer ser siempre los primeros en iniciar una actividad y llevar el control de los demás amigos, frustración al no entender algo y exigir sin esperar ser atendidos y al manejar y molestarse cuando un carro va muy despacio y no se brinca de carril.
También en el banco, cuando se está haciendo fila para ser atendido y el servicio es muy lento; exceso de trabajo, sin saber por dónde empezar; ante el ruido en la sala del cine, cuando se escucha un bebé llorando o una persona hablando por el celular, o al no cumplir con las expectativas de amigos y, especialmente, desilusionar a la familia.
Al leer algunos mensajes que han dejado los adolescentes en sus intentos de suicidio la mayoría expresan grandes frustraciones al no poder cumplir las expectativas de sus padres y amigos. Manifiestan una gran desilusión y tristeza al no cumplir con lo esperado y esto los orilla a tomar esta decisión fatal.
Es esencial prevenir y evitar estrés prolongado que es la causa primordial de depresión y pensamientos suicidas. Claro que existen otras causas más profundas, sin embargo, la fragilidad emocional ante las adversidades provoca que muchos adolescentes sufran impulsos autodestructivos.
Papás: una de nuestras misiones más importantes es fortalecerlos para que sean capaces de enfrentar y superar desilusiones y frustraciones. En otras palabras, es esencial formar hijos resilientes.