El hombre a través de varios millones de años ha evolucionado y recibido una serie de nombres como homo habilis, homo erectus y homo sapiens. Todos estos nombres han representado características del ser humano en cada período del tiempo como tener habilidades, mantenerse erecto y ser inteligente.
Ahora quisiera agregar otro nombre a esta lista: Homo sedentaris (el hombre sentado).
Un grupo de investigadores pertenecientes al National Health and Nutrition Examination Survey realizaron un estudio y lo publicaron entre el 2001 y 2016 sobre el tiempo que el americano pasa sentado frente a una pantalla (celular, laptop, tableta o televisión). Concluyeron que esta generación pasa más tiempo del día sentado que acostado o en otra posición corporal. Nos enfrentamos a una nueva generación sedentaria que invierte sentada la mayor parte del día.
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Association afirma que uno de cada cuatro americanos se la pasan sentados ocho horas al día. Además, cuatro de 10 están inactivos físicamente. Los estudios nos indican que estar sentados cuatro horas o menos al día no parece afectar a nuestra salud. Pero ¿cómo afecta a nuestra salud estar sentados tanto tiempo?
Estar sentados un tiempo prolongado puede afectar a nuestra espalda, ya que se aplica hasta un 90 por ciento más de presión que cuando estamos de pie. La pasividad afecta internamente, pues el cuerpo tiene más dificultades para descomponer las grasas. Los niveles de colesterol no saludables aumentan. El azúcar en la sangre aumenta. El flujo sanguíneo disminuye.
Un estudio muy grande que involucró a 800 mil personas encontró que aquellos que se sentaban de siete a 10 horas al día tenían un 147 por ciento más de probabilidades de tener un evento cardiovascular grave que las personas que rara vez se sentaban.
Hay buenas noticias: todo esto se puede prevenir con practicar un deporte o hacer ejercicio físico. Investigaciones recientes muestran que de 30 a 40 minutos de ejercicio moderado a vigoroso ayuda a reducir el riesgo de mortalidad que viene con 10 horas o más de estar sentado diariamente. Por supuesto, el ejercicio puede proporcionar una serie de beneficios adicionales que incluyen un mejor sueño, estado de ánimo, azúcar en la sangre y salud del cerebro y el corazón.
El ejercicio ayuda a contrarrestar la limitación del flujo sanguíneo, que lo causa estar sentado durante mucho tiempo. Algunas recomendaciones para nuestra vida diaria: levantarse cada 30 o 40 minutos de estar sentado, tomar momentos de estiramiento corporal, dejar el carro estacionado lejos de nuestra oficina, no usar el elevador y estirar las piernas después de manejar.
El objetivo es realizar un cambio permanente y duradero. El cambio no debe ser drástico, sino paulatino y regulado por un profesional de la salud. No podemos abandonar nuestro destino a la flojera e inactividad. Es más fácil mantener la inercia que cambiarla. No permitamos que nuestros hijos se encierren en sus recámaras todo el día. Organicemos actividades familiares y recreativas dentro y fuera de casa.
No permitamos que el clima afecte nuestra actividad física. Nos podemos mantener enérgicos aún dentro de casa: bailar, brincar la cuerda, realizar sentadillas o abdominales, caminar cuando hablamos por teléfono y cumplir con actividades domésticas.