Este miércoles pasado se publicó el más reciente libro de la Dra. Julie Lythcott-Haims Your turn: How to be an adult.
Julie es conferencista y activista y trabajó 10 años como directora o decana del departamento de Orientación de Estudiantes de Primer Ingreso en la Universidad de Stanford.
Ser adulto es una tarea muy difícil y más en estos tiempos. No hay recetas para serlo, pero necesitamos preparar a nuestros hijos y dejarlos ir del nido, que elijan bien sus metas y pongan su energía para lograrlas con independencia y fortaleza.
Antes se definía a un adulto como una persona que había terminado una carrera profesional, obtenía un trabajo, salía de casa de sus padres, se casaba y tenía hijos.
Las nuevas generaciones definen diferente estos conceptos:
1. Terminar la educación. ¿Por qué graduarse a los 21 o 22 años si vivirán 100 años? Muchos jóvenes retrasan el ingreso a la vida laboral para continuar con l maestría, especialización o diplomado. Antes existía la palabra «fósil» para referirse a un estudiante que duraba más tiempo en la escuela. Ahora es común que muchachos de 30 años sigan en la universidad.
2. Conseguir trabajo. Nuestros abuelos probablemente tuvieron un solo trabajo toda su vida y su objetivo era mantener una familia. Hoy los chicos tendrán trabajos diferentes cada 5 años y entre cada uno tomarán meses de descanso. Lo que pudieron ahorrar lo utilizarán para viajar y sus padres completarán sus necesidades.
3. Salir de casa. La mayoría de los adultos de 50 años buscamos formas para salir de casa y ser independientes sin importar los sacrificios. Ahora los jóvenes no quieren abandonar la casa y buscar su autonomía por razones económicas, pero especialmente para seguir disfrutando de una vida cómoda y pocas responsabilidades.
4. Casarse y tener hijos. Hoy no es requisito contraer matrimonio y tener hijos. Es claro que se puede ser soltero y sin hijos o tener un compañero o pareja sin un compromiso legal o ser madre o padre soltero.
Ser adulto significa poder pagar la renta, comida, servicios, ropa y todo lo demás. Pero también es poder caminar por la calle y sentir que tienes el control.
Es sentirse independiente y capaz de lograr lo que deseas en la vida. Sin embargo, Julie admite en su libro que esto es más complicado para nuestros jóvenes por el estilo parental «helicóptero».
Esto significa que la mayoría de los padres de los hijos millennial, nacidos entre 1985-2005, y «z», entre 2005-2020, eligieron una educación sobreprotectora para evitarles cualquier situación traumática.
Es una generación de jóvenes que han vivido o viven pocas consecuencias negativas ante sus malas decisiones ya que los padres los rescatan antes de sufrir un fracaso que les pueda impactar en su autoestima.
La mayoría de los adolescentes desean cumplir 18 años y ser adultos para vivir todos los privilegios de la adultez como plena libertad, consumo de alcohol, sin horarios, no vigilancia y reglas, pero y ¿sus responsabilidades?
Nuestro trabajo como padres es dejarlos que vivan las consecuencias de sus actos y decisiones. Un hijo, entre más pronto aprenda la lección, tendrá una mejor oportunidad de llegar a la adultez con madurez para elegir bien sus metas y luchar por ellas hasta lograrlas.