En la era digital, CoComelon se ha consolidado como uno de los programas infantiles más populares a nivel mundial.
Con más de 199 mil millones de visualizaciones en YouTube y una presencia destacada en plataformas como Netflix, este programa ha capturado la atención de millones de niños.
Su éxito ha generado un debate entre padres y expertos en psicología y neurociencia sobre los efectos que puede el programa tener en el desarrollo cognitivo y emocional de los pequeños.
CoComelon es una serie animada que presenta canciones infantiles y situaciones protagonizadas por el bebé JJ y su familia. Con sus canciones y animaciones llamativas, este programa se ha convertido en uno de los más populares.
Diseñado para menores de 6 años, el programa combina colores brillantes y cambios de escena rápidos para tener la atención de los pequeños, por lo que se presentan algunas preocupaciones:
- Sobreestimulación. Uno de los señalamientos es la velocidad con la que cambian las escenas en CoComelon, aproximadamente cada 1 a 3 segundos, acompañadas de colores intensos y sonidos repetitivos. Esta combinación puede sobreestimular el sistema sensorial de los niños, afectar su concentración y provocar reacciones impulsivas.
- Activación del sistema de recompensa. El programa está diseñado para liberar dopamina en el cerebro de los niños, generando sensaciones placenteras similares a las que produce el consumo de ciertas sustancias. Esto puede llevar a una especie de «adicción», donde los niños buscan ese nivel de estimulación y muestran frustración cuando no lo obtienen.
- Impacto en el desarrollo del lenguaje. Aunque CoComelon introduce vocabulario y fomenta el canto, su consumo excesivo puede interferir en el desarrollo del lenguaje. Los niños necesitan interacción verbal para desarrollar habilidades comunicativas y, el tiempo frente a la pantalla, puede reducir estas oportunidades.
- Dificultades en la autorregulación emocional. El ritmo acelerado y la estimulación pueden dificultar que los niños aprendan a autorregular sus emociones. Algunos padres han reportado que sus hijos muestran berrinches o resistencia al apagar el programa, indicando una posible dependencia.
A continuación, algunas recomendaciones para los padres:
· Limitar el tiempo de pantalla: La Academia Americana de Pediatría sugiere que los niños de 2 a 5 años no excedan una hora diaria de contenido de alta calidad.
· Fomentar la interacción: Ver programas junto con los niños y comentarlos puede mejorar la comprensión y promover habilidades lingüísticas.
· Priorizar actividades sin pantallas: El juego, la lectura y las actividades al aire libre son esenciales para el desarrollo cognitivo y emocional.
· Seleccionar contenido: Optar por programas con ritmos más lentos y que fomenten la participación activa es más beneficioso para los niños.
Si bien CoComelon puede ser una herramienta útil para entretener y enseñar a los niños, es fundamental que los padres supervisen su consumo y equilibren el tiempo frente a la pantalla con otras actividades que promuevan un desarrollo integral.
La moderación y la participación de los padres son clave para garantizar que el contenido digital beneficie y no perjudique el crecimiento de sus hijos.