Esta semana impartí una conferencia en una Preparatoria Oficial en Ixtapaluca, Estado de México y al finalizar se me acercó una mamá y me comentó su historia: “Soy abuelita soltera y desde hace 7 años vive conmigo un nieto que hoy tiene 15 años. Su mamá se volvió a casar con un hombre que tenía 2 hijos y la condicionó dejara a su hijo si quería irse con él. Y así lo hizo. Tengo 73 años y no puedo con él. No me hace caso, llega a la hora que quiere, toma mucho alcohol y le tengo miedo. ¿Qué puedo hacer?” Y la semana pasada otra abuelita se quejó: “Mi hija de 17 años me dejó su hijo de 3 años porque no iba a perder su adolescencia y juventud cuidado a un niño.”
Este miércoles, 28 de agosto, celebraremos el Día del Abuelo. Pero ¿qué significa ser abuelo hoy? ¿Es el mismo perfil que hace 50 años? Creo que no. Algunos autores mencionan que estamos viviendo en este milenio abuelos con “segunda paternidad o maternidad.” Una cosa es cuidar a los nietos porque los papás van a una boda o quieren ir como pareja al cine. Un rato, una noche, algunas horas y quizás algunos días, no hay problema que los abuelos se hagan cargo de los nietos. Pero, los abuelos que van todos los días a recogerlos a la escuela, les dan de comer, supervisan su tarea, los bañan y se quedan a dormir, no días, sino hasta meses o años. Entiendo que ser abuelo(a) educa y forma, pero no le podemos dejar total responsabilidad de su crianza. Un abuelo me decía: “Me dejan al nieto de 5 años todas las tardes después de la escuela. Le doy de comer, le ayudo en lo que puedo hacer la tarea e inmediatamente quiere salir al parque a jugar. Lo llevo, pero ya no tengo la misma velocidad, resistencia y reflejos para alcanzarlo. Entonces, lo dejo toda la tarde que juegue en su tableta y sus papás se enojan conmigo porque no tiene permiso de usarla solamente los fines de semana. ¿Qué hago?”
La biología es muy sabia. ¿Por qué no deja que tengamos hijos después de los 60 años? Nuestra capacidad física y emocional está muy limitada para responder al 100% a las necesidades de los niños y adolescentes. Los abuelos tienen la disponibilidad de tiempo para aprender, crecer y desarrollar sus capacidades que por el trabajo y el cuidado de los niños no tuvieron oportunidad de hacerlo. Pueden cuidar a los nietos, pero no exigirles que su completa crianza. Aún más, muchos abuelos se hacen cargo de sus nietos, pero las formas de crianza y reglas son impuestas por los papás.
La expectativa de vida es mucho mayor hoy que antes. El promedio de vida en la primera mitad del siglo pasado no llegaba a los 60 años y ahora en este milenio es 80 años. Estarán más tiempo con nosotros. Pongamos todos los medios para que vivan con dignidad y respeto.
Festejemos y reconozcamos a nuestros abuelitos este miércoles y cada uno de los días del año. Enseñemos a los hijos que el abuelito es la persona más importante de la casa y merece todo nuestro reconocimiento. Estamos para ayudarlos y no para que nos sirvan. NO SON PAPÁS O MÁMAS, SON NUESTROS ABUELITOS.
Familia21
Periódico El Norte