Cada día escucho a más papás preocupados porque sus hijos han decidido dejar los estudios para convertirse en influencers o youtubers.
La mayoría afirma que sus hijos tienen una percepción irreal de lo que implica tener éxito en ese campo. Temen que estén persiguiendo un sueño difícil de alcanzar, sin comprender quizá el esfuerzo y dificultades que, además, pueden afectar a su salud mental, ya que al ser una figura pública en redes los expone a la crítica, el acoso y los comentarios negativos.
Meghan Bobrowsky en su artículo «A shot at social-media fame lures 50 million contenders», publicado en Wall Street Journal en 2021, afirma que hay más de 50 millones de personas que desean ser influencers en YouTube o TikTok, y solamente el .001 por ciento tendrán éxito, o sea, 500 de ellos.
Existen varias causas por las que nuestros hijos quieren ser influencers. La tecnología crea una gran cantidad de «héroes y heroínas» con millones de seguidores que los han hecho «famosos». Las redes transformaron la cultura estadounidense: de repente la prioridad más alta no era servir a los demás, hacer lo correcto o ser un buen amigo: era conseguir «likes», seguidores, convertirse en influencer.
Una cultura en la que el servicio al prójimo es la prioridad más alta es una cultura fundamentalmente sana para los niños y adolescentes. En las palabras de Martin Luther King: «Todos pueden ser grandes, porque cualquiera puede servir». Si el servicio a los demás es la prioridad más alta, los niños tienen una clara brújula moral.
Ahora las redes sociales entrenan a la gente para pensar exactamente en contra de las tradiciones espirituales del mundo: piensa primero en ti mismo, sé materialista, busca la gloria cuantificada por los «likes» y seguidores.
Aquí hay un ejemplo: Lorenzo Mitchell estudiaba Ingeniería en Sistemas Computacionales, pero la abandonó con la esperanza de convertirse en un influencer. Ganó 52 mil seguidores en su cuenta de TikTok, pero ha ganado menos de 70 dólares. Su video más exitoso ha sido visto casi 2 millones de veces y le ha dado a ganar 25 dólares. Gana la mayor parte de su dinero como ayudante de camarero en un restaurante local.
Según Tensor Social, una empresa de análisis de redes sociales, hay más de 1 millón de cuentas de TikTok con más de 52 mil seguidores. El 86 por ciento de los jóvenes estadounidenses dijeron que les gustaría convertirse en influencers y, por consecuencia, hay una gran crisis laboral, ya que son pocos los que quieren trabajar.
Ser famoso por instantes arruina el desarrollo de la persona. En el libro que publicamos: Estudiante 4.0: Sus deberes y riesgos, analizamos los nuevos espejismos y tentaciones que los hacen renunciar al mundo real para elegir una realidad llena de ilusiones y falsedades. Le recomiendo su lectura.