La revista inglesa Spectator publicó un artículo el 26 de octubre titulado «Decline and fall: how university education became infantilised» («Declive y caída: cómo la educación universitaria se infantiliza»), que revela el declive de la Universidad de Cambridge, considerada de las mejores del mundo.
Hace dos décadas la mayoría de los estudiantes asistía con disciplina a clases, pero ahora la educación se centra en respetar la individualidad, capacidad y privacidad de los jóvenes, por lo que ya no pueden descubrir quién lo hizo mejor.
El espíritu competitivo se ha visto disminuido por el deseo de salvar al estudiante de la vergüenza y existe presión para eliminar el examen tradicional para convertirlo en un ejercicio con libro abierto que se realiza desde la habitación de los chicos.Por otra parte, la universidad no sabe cómo lidiar con el uso creciente de Inteligencia Artificial.
El rendimiento de los estudiantes de Cambridge nunca ha sido tan bajo y, ante esto, se culpa al maestro y lo obligan a buscar alternativas para que los jóvenes aprueben el curso. Los estudiantes repiten sus exámenes por razones de salud o lo presentan otro día pretextando que no llegaron por el tráfico.Antes los estudiantes eran expulsados por bajo rendimiento, pero ahora es raro que eso suceda.
En los últimos años ha habido un incremento de jóvenes diagnosticados con algún problema de aprendizaje o trastorno emocional, que ha orillado a la universidad a infantilizar sus estrategias y exigencias. Según Cambridge se ha quintuplicado en los últimos 15 años las discapacidades, afectando a unos 6 mil estudiantes, aproximadamente uno de cada cuatro.
«Condiciones de salud mental» y «Dificultades específicas de aprendizaje» han sido términos en crecimiento. Esto ha orillado a conceder tiempo adicional para los exámenes, los plazos se extienden, no se encarga leer un libro por semana y a los estudiantes se les permite rehacer varias veces sus ensayos.
Han aumentado las quejas de padres y estudiantes hacia los maestros, orillándolos a reducir su exigencia, cantidad de lectura, material de estudio y tareas. Hasta se piensa en reducir semanas al semestre y tener varios períodos de descanso.
¿Qué pasa en la Universidad de Cambridge y muchas más? Pareciera que buscan adaptarse a un alumno sobreprotegido, vulnerable, inmaduro, adicto al celular, apático y sin un sentido de vida hacia su profesión.
Tenemos que buscar un equilibrio entre la adecuación curricular del nuevo estudiante, pero sin permitir bajar los estándares de rendimiento. ¿O qué tipo de profesionales saldrá al campo laboral?