Con disciplina, sí, pero sin violencia

Por Daniel Santiago – El Norte -17Nov23

¿Está la disciplina escolar fuera de tiempo? ¿Hasta qué punto se puede ser tolerante como padre de familia o maestro cuando también las reglas son importantes? ¿Qué es realmente la disciplina escolar?

Para los especialistas, el término de disciplina escolar es muy necesario hoy como en el siglo pasado, sin embargo, lo importante es que se aplique con total respeto a los derechos de las niñas y los niños, al mismo tiempo que se cumpla con la función de ayudarles a desarrollarse y ser felices.

CON EQUILIBRIO

La disciplina escolar se refiere a las reglas y estrategias aplicadas en la escuela para manejar el comportamiento de los estudiantes y apoyarlos en el desarrollo de habilidades de autorregulación, dice Jesús Amaya, autor de libros como Padres contra corriente.

«Abarca una amplia gama de prácticas y consecuencias positivas y negativas para apoyar el desarrollo de conductas deseables personales, sociales y académicas, como evitar comportamientos antisociales aplicando sanciones y suspensiones dentro y fuera de la escuela.

«La disciplina escolar debe ser razonable, oportuna, justa, apropiada a la edad y una respuesta apropiada a la violación del código de conducta del distrito por parte del estudiante».

Las escuelas, dice Amaya, tienen la responsabilidad de modelar y enseñar a los estudiantes métodos para ejercer la autoridad y modificar el comportamiento, mismos que deben ser constructivos, humanos y que proporcionen oportunidades para el crecimiento.

Amaya señala que, según los antiguos griegos, el propósito de la disciplina era inculcar obediencia y control en los individuos.

La palabra latina «disciplina» significa «instrucción dada, enseñanza, aprendizaje, conocimiento» y también «objeto de instrucción, conocimiento, ciencia, disciplina militar». La palabra raíz de la disciplina es «discípulo», que significa «estudiante»

«En mi punto de vista, la disciplina de hace más de 100 años tenía el propósito de formar una personalidad sólida y capaz de tomar buenas decisiones a pesar de los impulsos y distracciones. Hoy la disciplina tiene otro enfoque: El niño debe seguir las reglas y las instrucciones para alcanzar objetivos significativos».

Muchos padres y educadores consideran a la libertad y obediencia como conceptos totalmente contradictorios, comenta el especialista.

«Solo existen dos opciones: Si se obedece no se actúa libremente y si se quiere actuar libremente no se debe obedecer las reglas. Gracias a la libertad se le permite a la persona actuar o decidir lo que desee, pero implica responsabilidad de sus consecuencias».

La ausencia de reglas de obediencia y disciplina en las escuelas puede tener consecuencias negativas para los estudiantes y el entorno de aprendizaje, continúa Amaya.

«La disciplina escolar es esencial para mantener un ambiente de aprendizaje de alta calidad al mantener la seguridad en el aula.

«El objetivo de la disciplina es establecer límites que restrinjan ciertos comportamientos o actitudes que se consideran perjudiciales o contrarios a las políticas escolares, las normas educativas, las tradiciones escolares…».

Por otro lado, la crianza permisiva y sobreprotectora por parte de los padres puede tener efectos negativos en el desarrollo académico y socioemocional de los niños, lo que puede afectar su desempeño en la escuela.

Hay una caricatura-meme en las redes sociales: en una escena aparecen los padres regañando a su hijo enfrente de su maestra en los años 60, y otra escena, donde los padres regañan a la profesora enfrente del hijo, en la actualidad.

DISCIPLINA Y DIGNIDAD

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