Como si fuera lo ultimo de nuestra vida

Estoy sumamente impactado con la prioridad o capacidad de atención de nuestros muchachos. Esta semana recibí la síntesis de un libro de mis estudiantes de universidad. Las instrucciones eran sencillas: Escribir el título de cada capítulo, su síntesis en media página (aproximadamente) y al final conclusiones de una página mínimo. Dos clases previas sincrónicas (presencial, pero a distancia) les comenté y repetí la instrucción varias veces: “Pongan mucha atención para la conclusión del libro. Estas clases pasadas hemos visto 2 videos y leído un artículo del Dr. Marina hablando de la Inteligencia Ejecutiva. Deseo que una parte de sus conclusiones personales comparen la perspectiva del Dr. Marina y del autor del libro que van a leer. Comparen semejanzas, diferencias y cuál es tu opinión con respecto a la Inteligencia Ejecutiva partiendo de los dos autores. Este punto es lo más importante de su trabajo.” Al revisar las síntesis puedo observar que más del 60% de los estudiantes universitarios no lo realizaron. Mi cuestionamiento sobre la posible causa es: ¿Falta de atención o interés? Muy probablemente que algunos no pusieron atención durante las clases y otros tienen poco interés en tener un aprendizaje significativo y se limitan hacer el mínimo esfuerzo, pero esperando una buena calificación. Muchos estudiantes tienen la creencia que hacer tareas es suficiente para obtener un grado académico. Muchos de ellos pelean: “Maestro tardé 30 horas en hacer el proyecto y no es justa la calificación.” Existe el esfuerzo de cumplir con los deberes escolares, pero poco esfuerzo cognitivo en aprender. Quieren copiar o escribir para una tarea, pero en el momento que se le pregunta qué saben o aprendieron, su reacción es: “Maestro, usted dijo que no estudiara.” Los muchachos para realizar una tarea tuvieron que hacer varias actividades cognitivas como lectura, comprensión, identificar ideas importantes, sintetizar, comparar ideas y concluir, pero al pedirles que verbalicen algunas ideas importantes, no lo saben. Lo importante es cumplir con las actividades, pero no aprender. Los estudiantes te reclaman: “Maestro, sí lo hice.” Sin embargo, la pregunta más importante es ¿LO APRENDÍ? ¿De qué sirve que los estudiantes entreguen y cumplan con sus tareas si al siguiente día no recuerdan nada de lo que realizaron?

Ahora es más importante que los chicos se comprometan aprender. Ante la cancelación de las clases presenciales y la falta de la enseñanza de los maestros, debemos evitar caer en la tentación que nuestros hijos simplemente hagan tareas para cumplir con el requisito escolar. Motivarlos y comprometerlos que el aprendizaje es más su responsabilidad. Ya no pueden hacer lo mismo que cuando van a la escuela. Observo con mucha tristeza que en las clases sincrónicas (presenciales, pero a distancia) mis alumnos tienen el mismo problema de interés y atención en las clases presenciales. Permanecen desconectados ante la exposición y participación de sus compañeros. Deben aprovechar las clases a distancia y realizar las tareas como si fueran lo último que van a aprender en su vida.

Familia21​​​​

Sección Vida​​

Periódico El Norte

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