La tecnología nos ha invadido en todas las áreas de nuestras vidas sin importar el estatus o la edad. La gran mayoría de los bebés están expuestos a los medios digitales desde una edad muy temprana. Los teléfonos celulares, tabletas, computadoras y hasta accesorios de cuna y carriola son usados para entretenerlos o para que puedan comer, vestirlos, bañarlos y hasta dormirlos.
Claro que la tecnología moderna tiene muchos beneficios, pero no puedo evitar preguntarme qué efecto tiene esta tormenta digital en los cerebros de los bebés y niños. Uno de los factores importantes es que el uso en exceso produce adicción a estos medios electrónicos, incrementa el sedentarismo y el riesgo de obesidad y diabetes, apatía y mayor aburrimiento en la realización de actividades cotidianas, problemas de concentración y realización de “monotasking” (una tarea a la vez), mayores riesgos de fracaso escolar, así como afectos en la salud mental como impulsividad, depresión, ansiedad, baja autoestima, soledad y hasta pensamientos suicidas.
La Academia Americana de Pediatría ofrece varias recomendaciones muy sabias cuando se trata de medios digitales y niños muy pequeños. En niños menores de 2 años es muy recomendable evitar o usar el mínimo tiempo de pantalla. Según estudios de la neurociencia, el cerebro en los primeros años de desarrollo debe ser expuesto a experiencias de la vida real para que pueda manipularlos, observarlos e interactuar con ellos. Sin embargo, observo con mucha tristeza que muchos papás conecta a sus bebés con el celular o tableta muy pronto para facilitarles la vida; como “el niño no quiere comer y necesita ver caricaturas para que abra la boca” o “mi hija no quiere vestirse hasta que ve ciertos videos en YouTube”. Un exceso de exposición de tecnología reducirá su madurez motora y lingüística y, además, existe un alto riesgo de dependencia, impactando sus habilidades de atención, solución de problemas y aprendizaje.
No podemos evitar la tecnología y mantener a nuestros hijos en una burbuja evitando el uso del celular, pero debemos comenzar muy temprano con la instrucción adecuada y la seguridad, enseñando a nuestros jóvenes cómo usar multimedia de manera segura. Necesitan saber muy jóvenes que no todo es “bueno” en esta era multimedia.
Se recomienda que los niños pequeños no se queden solos mientras participan en los medios de comunicación e instalar restricciones parentales cuando la supervisión no está disponible. Existen miles de robots cibernéticos que entran a los aparatos sin nuestra autorización y generan invitaciones para entrar a páginas o aplicaciones no aptas para los menores, como de violencia o pornografía. Además, debe haber límites partiendo de su edad y necesidad, de tiempo para la cantidad de exposición que un niño tiene a los medios y la tecnología.
Como educador, me preocupan los bebés digitales, con respecto a la falta de estimulación natural y juego imaginativo que les falta debido a su obsesión con los medios digitales. Pasan demasiadas horas frente a tabletas, computadoras y otros dispositivos portátiles y no hay suficiente juego de simulación o fantasía, lo que estimula sus mentes e imaginaciones. Los niños digitales son expertos en descargar y eliminar aplicaciones, construir fuertes en mundos digitales, pero tienen dificultades con las interacciones sociales con otros niños, controlar impulsos y tolerar frustraciones, ya que viven un mundo de inmediatez y satisfacción instantánea de sus deseos. Los niños salen muy poco tiempo a jugar, en cambio, pasan incontables horas jugando videojuegos sin ejercicio ni aire fresco al aire libre, y nuestra sociedad se está volviendo cada vez más obesa debido a la falta de movilidad.
La otra preocupación muy aterradora que tengo es el posible acceso que los depredadores podrían tener a través de los medios de comunicación. Los jóvenes tienen la capacidad de jugar juegos en línea y comunicarse con completos extraños, lo cual es inquietante, por decir lo menos. Los personajes desagradables pueden interactuar con niños pequeños mientras posan para ser jóvenes. El mundo digital sin supervisión puede ser un lugar oscuro y peligroso, y demasiados niños se quedan desatendidos con dispositivos de medios como niñeras u ocupantes del tiempo.