Adictos a la novedad

El cerebro se caracteriza por su adicción a lo novedoso. Con frecuencia buscamos un estímulo que aliente nuestra mente: deseamos recibir noticias imprevistas, estrenar vestimenta nueva o experimentar experiencias innovadoras.

¿Manifiesta las conductas siguientes? Se aburre con rapidez en las relaciones sentimentales o sociales, acumula cosas de manera constante sin requerirlas, dedica horas al «clic» de las redes sociales y efectúa cambios frecuentes de aplicaciones en nuestro celular o tableta.

También no finaliza la mayoría de sus objetivos y proyectos, se encuentra aburrido de sus actividades o de su vida y la productividad de sus labores disminuye.

Si observamos al menos dos síntomas anteriores es probable que suframos lo que se conoce como Síndrome del Objeto Resplandeciente o, en inglés, SOS. Estos comportamientos pueden parecer entretenidos o carecer de relevancia, pero podrían resultar destructivos y afectar nuestras relaciones sociales o románticas, trabajo, familia, efectividad, economía y salud mental.

¿A quién le gustaría estrenar una blusa o un teléfono móvil? Al emplear un nuevo dispositivo, nuestro cerebro experimenta un estado de placer gracias a la dopamina, pero la búsqueda excesiva de la novedad genera comportamientos compulsivos que buscan experimentar placer sin considerar su necesidad real.

El anhelo inmediato de experimentar algo novedoso puede generar dependencia o esclavitud, y ocasionar trastornos de salud mental. En la mayoría de las ocasiones, al no satisfacer su necesidad de obtener materiales de manera inmediata, se manifiestan problemas como ansiedad e irritabilidad.

Nuestros hijos se encuentran expuestos a un elevado riesgo de desarrollar dependencia hacia lo novedoso. El acceso a la tecnología genera una cantidad significativa de dopamina en el cerebro.

El TikTok es una de las plataformas de redes sociales y aplicaciones más adictivas existentes, dado que cada vídeo tiene una duración promedio de 15 segundos y se espera con gran interés el próximo. La dopamina se activa cuando nuestro cerebro es expuesto a imágenes entretenidas, estimulantes y novedosas, las cuales nos generan una sensación de felicidad y nos impulsan a buscar de manera más constante.

La sobreestimulación de dopamina podría llevarnos a actuar únicamente cuando se presente placer constante e inmediato. Es imperativo que nuestros hijos se acostumbren a perseverar en sus tareas, incluso si no reciben una recompensa inmediata.

El problema principal radica en que, cuando nuestro hijo emprenda un proyecto, su empeño será considerable al comienzo mientras su cerebro genere placer. Sin embargo, cuando la novedad y el resplandor se desvanezcan, abandonará su aventura que puede ser una simple relación pareja o incluso una carrera profesional o un empleo.

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