A los niños les fascinan las vacaciones. No sólo porque pueden escapar de la escuela o llevarlos a algún lugar divertido, sino porque hay una mayor conexión con los papás, quienes están más relajados y emocionalmente disponibles.
Recordemos que los placeres más simples como acostarse en una manta y ver las estrellas con la familia formarán los recuerdos más hermosos de su infancia. Una de las cosas que más disfrutan es salir con sus primos de su misma edad.
Sin embargo, las vacaciones pueden ser frustrantes. Muy a menudo se quedan despiertos muy tarde conectados en su celular o tableta, se desconectan de sus padres, ya que pasan todo el día en sus recámaras. Esto se llama Síndrome de Estrés de Vacaciones Familiares. Claro que buscan mayor flexibilidad en sus horarios y tareas, pero muchas veces nuestros hijos pierden la oportunidad de descubrir o experimentar actividades al aire libre por estar metidos en una pantalla.
Hace algunos días platicando con un grupo de papás comentaban cómo pasarían las vacaciones con sus hijos. Muchos de ellos decían: «Odio las vacaciones». Expresaban temor, desorientación y preocupación de cómo organizarían el día de sus hijos.
Todos ellos reconocían que las vacaciones son para que sus hijos tomen un descanso de la escuela y merecían un horario flexible y con mucha libertad de acción para sus aficiones. Los dejarían acostarse más tarde y levantarse cuando quisieran y dejarlos todo el tiempo que desearan en internet, redes sociales, YouTube o videojuegos.
Sin embargo, saben que esto puede ser muy malo. Algunos decidieron meterlos a campamentos de verano para que tuvieran algunas actividades productivas durante el verano. Otros no, porque sus hijos se oponían a tener actividades planeadas.
Aquí algunos consejos para administrar las vacaciones y que haya alegría, minimizar lágrimas y evitar odiarlas.
1 Mantenerlos con rutinas y un horario lo más posible. Necesitan tener rutinas que los mantengan seguros. Pueden tener acostarse y levantarse un poco más tarde, pero que no les impidan realizar actividades familiares y recreativas.
2 No planear más de un evento por día. Es importante ir algún lugar de paseo, pero no saturarlos de otras actividades.
3 Tener expectativas apropiadas para sus edades. No se puede esperar que un niño de 3 años se siente en silencio en una cena elegante por varias horas. Si hacen varias visitas con adultos, hay que asegurarse que los niños tengan algo que los ocupe como leer un libro, jugar con un rompecabeza o figuras de acción o muñecas.
4 Acompañarlos en su cama. Es muy importante que sus hijos se sientan acompañados antes de dormir y levantarse de la cama. Es una de las mejores formas para conectarse con los papás.
5 Evite que los niños duerman con su celular, de lo contrario la hormona melatonina (sueño) no se activa en su cerebro y puede pasar toda la noche en vela. Hay que asegurarnos de tener algunos libros favoritos y relajantes de casa.
6 Actividad física. No olvidarnos que el horario incluya actividades al aire libre y con mucho movimiento. El ejercicio corporal es una de las acciones más importantes para relajar y reorganizar nuestros cerebros.
7 Tiempo de reposo. Los niños necesitan tiempo de inactividad para relajarse como dibujar, jugar con sus muñecas o resolver un rompecabezas.