Una de las quejas más comunes de los padres de familia es: «Mi hijo no soporta ni la más mínima frustración» o «Mi hija es ‘Generación Cristal’, ya que por todo se deprime», o también «Mi hijo, ante el menor fracaso o esfuerzo, abandona la tarea».
Pueden existir varias causas. Una de ellas es que niños y adolescentes se enfrentan a un mundo cada vez más complicado lleno de distractores y con un gran relativismo donde no existen modelos que orienten sus conductas. No existe lo correcto o incorrecto ya que ‘depende’.
Si a este ambiente confuso y lleno de tentaciones le agregamos un estilo parental de «sobreprotección» o «permisivo», crearemos hijos con un carácter frágil que cualquier brisa en contra provocará su hundimiento o desvío de su destino. ¿Qué podemos hacer?
A continuación mencionaré algunos consejos para fortalecer su personalidad y capacidad de tomar buenas decisiones:
1. No robustecer su autoestima, sino sus habilidades. Es importante que entendamos que «la autoestima no se regala, sino se gana». Se gana con méritos significativos propios y muchas veces no es necesario hacer un gran reconocimiento, ya que con el simple hecho de lograrlo aumenta nuestra confianza. El ver una calificación de 100 en un trabajo o examen es suficiente para que nuestra autoestima se vigorice.
2. Aumentar la apreciación hacia la vida. La vida es difícil, pero si abunda el pesimismo nos estancaremos y culparemos al mundo de nuestros fracasos. Apreciar la vida y tener optimismo no son actitudes que nos determinan por nuestra genética o familia, sino que son elecciones que podemos tomar. El optimismo ayuda a ver nuestras vidas con esperanza y por le pondremos todo nuestro esfuerzo para cumplir nuestros sueños. Y como dijo Winston S. Churchill: «Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad».
3. Tener relaciones profundas con los demás. La tecnología es una herramienta que ayuda a nuestros hijos a socializar. Sin embargo, no pueden dejar a un lado la relación personal cara-cara (face to face) con su familia, amigos y compañeros. Las amistades por la pantalla son necesarias cuando existe un distanciamiento, pero jamás sustituirá una amistad profunda.
4. Nuevas perspectivas y prioridades. ¿Por qué nuestros hijos experimentan mayor ansiedad y estrés en sus vidas? Una de las razones es porque no hay priorización de decisiones. Para ellos es tan importante salir con los amigos que estudiar para un examen. Buscarán la forma para cumplir con estas dos obligaciones con el mismo nivel de importancia.
5. Fortalecerlos en su persona. El retraso de la gratificación y evitar la recompensa inmediata son factores determinantes para incrementar su carácter y voluntad. Si habituamos a nuestros hijos a elegir satisfacciones significativas a largo plazo estaremos formando muchachos capaces de soportar cualquier tipo de tentación y elegir metas con logros significativos.
Entiendo que es muy difícil, pero necesario para que nuestros hijos tomen buenas decisiones y no satisfacer sus impulsos en forma inmediata.