El día de hoy celebramos el Día del Padre y les envío un gran abrazo a todos los papás. Deseo que los festejen cada día del año.
No solamente es muy complicado ser padre hoy: existen una gran cantidad de creencias negativas sobre la paternidad. Cuando tengo oportunidad de platicar con jóvenes les pregunto si dentro de sus planes de vida es ser padres. De cada 10 muchachos, ocho me contestan «no» y su justificación es: «Ser papá significa perder libertad, dinero y ser menos felices».
Muchos de ellos piensan que vivir la paternidad aumenta la presión económica, se abandonan a sí mismos para dedicar su vida a la atención de los hijos y pierden la oportunidad de ser felices. Piensan que pierden la oportunidad de vivir plenamente sus vidas, no podrán ir al gimnasio o salir con los amigos sin la preocupación de conseguir a una niñera o dejarlos con los abuelos.
Los adultos sin hijos, en cambio, no tienen preocupaciones como la escuela, seguros médicos, horarios, pañales o berrinches. Sin embargo, hay varios estudios publicados por la revista Psychological Science que indican que los padres poseen un nivel más alto de felicidad, emociones positivas y un mayor sentido de vida.
La paternidad tiene mucho por ofrecer al hombre. Los padres son más felices y obtienen más significado en las actividades cotidianas que los hombres sin hijos. Pero la paternidad también puede ser una lucha.
Un hombre puede ser un padre biológico sin hacer mucha crianza real o un sostén de la familia que no hace mucho cuidado de niños y tareas domésticas, sin embargo, muchos hombres hoy en día se esfuerzan por ser todas las cosas a la vez: padre e hijo, hombre y esposo, sostén de la familia y cuidador.
No estoy diciendo que todos los hombres deben ser padres, ya que la paternidad no es solamente un proceso biológico sino, además, una vocación. Es la máxima expresión de amor entre un hombre y una mujer. El hijo es un acto de trascendencia del inmenso amor que existe entre los padres. El hijo es un reflejo del compromiso y amor de papá y mamá.
Los padres son la combinación perfecta entre la crianza y la formación de los hijos. Sin embargo, los papás que quieren involucrarse más con sus hijos pueden enfrentar obstáculos: ¿cómo tener un trabajo más flexible para pasar más tiempo con mis hijos? ¿Cómo encontrar un equilibrio entre el cumplimiento de las labores domésticas, profesionales y la crianza de los niños? Ante un divorcio, ¿cómo lograr no lastimarse y tener una convivencia sana con los hijos?
Varios estudios nos indican qué hace al hombre más feliz. Claro que cada actividad y logro nos proporciona satisfacción en la vida, pero los hijos dan un «plus» al cumplir nuestro sentido de vida significativo. Ver a nuestro hijo graduarse o hija feliz en su matrimonio, no tiene valor. Seamos padres con pasión y plenitud cumpliendo nuestra vocación de paternidad y, al final del camino, encontraremos una gran felicidad. Muchas felicidades a todos los padres con vocación.