Sin presión no hay diamantes

¿Cuántos de nosotros sabemos cómo se obtiene el diamante de las minas de carbón?

El carbón es una de las primeras fuentes de energía de la humanidad. Se puede generar calor al quemarlo, pero no es la única opción.

Un pedazo de carbón se puede transformar en un diamante dependiendo de la cantidad de presión que se ejerza sobre él.

Entonces, ¿qué se necesita para transformar un simple trozo de carbón en un diamante?

Se necesita mucha presión, calor intenso y mucho tiempo. De hecho, cuanto más tiempo pueda soportar el carbón bajo presión, mejor será el resultado. Algo parecido ocurre entre nosotros y nuestros hijos.

Hace algunas semanas, hablando sobre la importancia de la autorregulación de la presión entre los adolescentes, una chica comentó: «Maestro, no estoy de acuerdo con usted. La presión puede ocasionar estrés y problemas emocionales entre nosotros. Los maestros deben de eliminar las tareas, trabajos y exámenes entre nosotros ya que eso puede producirnos problemas de depresión».

Claro que observo entre los estudiantes un incremento de ansiedad cuando están en época de exámenes, sin embargo, un poco de presión les ayuda a activarse y tener un mejor desempeño.

Dane Jensen, profesor de la Universidad del Norte de Carolina, publicó este agosto su libro The Power of Pressure (El poder de la presión). Afirma que el estrés no es adecuado, pero la presión sí. La presión no es el problema, pero su solución sí.

La clave es cómo saber manejar las emociones que brotan ante alguna situación o experiencia de presión.

El estrés y la presión son muy parecidos, pero existe una gran diferencia. Cuando estamos viendo un partido de futbol por la televisión, existe un estrés, porque gritemos o hagamos coraje nunca podremos cambiar el resultado del partido.

En otras palabras, el estrés es una situación que produce ansiedad y no podemos cambiar la situación que lo origina.

En cambio, la presión es cuando estás jugando ese juego. Tu rendimiento marca la diferencia en el resultado. Claro que todos los estudiantes tienen cierto grado de presión ante los exámenes, pero tienen la capacidad y responsabilidad de intervenir en su resultado.

La presión del rendimiento puede sacar lo mejor de nosotros porque podemos influir en los resultados. Todos necesitamos la cantidad correcta para rendir al máximo.

¿Cuántos de nosotros necesitamos ser empujados para seguir avanzando? Muchas veces nuestros hijos piensan que al ser presionados son violentados e invadidos en su privacidad y una gran cantidad de papás evitan esto.

¿Cuántos de nosotros fuimos empujados contra nuestra voluntad y ahora lo agradecemos? Creo que la mayoría. Los papás podemos pensar que nuestros hijos son forzados, pero veamos no solamente el input sino también en el resultado.

¿Cuántos de ellos están en su zona de confort y evitan cualquier esfuerzo para no sufrir? Y ahora con la pandemia podemos tener la excusa: «Pobrecitos, no pueden ver a sus amigos o están muy estresados por la pandemia».

No estoy sugiriendo que neguemos sus desafíos. Lo que trato de decir es que tenemos que diferenciar los retos que producen estrés o si la presión puede producir un diamante.

El carbón puede permanecer como tal toda la vida si no experimenta algo de presión para transformarlo en diamante. Si no hacemos nada en su transformación podremos ver a nuestros hijos llenos de estrés y sin crecimiento.

Algunos consejos para que nuestros hijos enfrenten con éxito la presión y se conviertan en diamantes puros:

– Adopten una visión realista de lo que realmente están lidiando: No exageren o minimicen.

– Eliminen todo tipo de distractor que pueda distraerlos de lo importante.

– Focalicen el objetivo y esfuerzo en la tarea y eviten el multitasking.

– Anímenlos a ir a un paso a la vez para lograr su meta.

– Visualicen que sus metas y el resultado son valiosos a pesar de la presión.

1 comentario

  1. Carolinadiciembre 24, 2021

    Muy padre artículo, solo una pregunta, como saber hasta donde presionar sin generar conflicto o un bloqueo en el adolescente ? Me pasa que busco que termine tareas y lo presiono pero llega un momento en q se niega y es cuando llega el conflicto

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