Sin hábitos

La pandemia cambió una gran cantidad de rutinas en nuestras vidas, en tanto muchos de los hábitos de aprendizaje y estudio de nuestros hijos también cambiaron.

Esta semana iniciaron los exámenes del primer parcial del semestre y me llamó la atención que la mayoría de mis alumnos comentaron: «Maestro, tenía cerca de tres años que no presentaba un examen por escrito y en papel». O, «¿por qué tenemos que presentar un examen?».

Otros dicen: «Durante los dos años anteriores solamente teníamos que hacer tareas y algún proyecto para que nos evaluaran», y «Maestro, no supe cómo estudiar para su examen. Solamente me puse a leer mis notas».

Efectivamente. Los estilos de aprendizaje y estudio de los alumnos cambiaron durante las clases a distancia y el aislamiento social consecuencia del Covid-19. La mayoría de los alumnos se habituaron a despertarse pocos minutos antes de conectarse a las clases en pantalla, se desconectaban frecuentemente de la explicación del maestro a distancia para revisar sus celulares o ir a desayunar y, sobre todo, perdieron los hábitos de estudio y aprendizaje como tener una estructura de horario para su aprendizaje, tomar notas en clase, poner atención a los maestros, estudiar para sus exámenes, leer con comprensión sus libros, repasar sus apuntes y organizar sus tareas y proyectos.

No puedo decir que no tienen hábitos de estudio, sino que la pandemia cambió sus formas de aprender a un estilo a distancia y, ahora que regresaron en forma presencial, necesitan cambiar sus estrategias de aprendizaje y adecuarse a la nueva realidad educativa.

Desafortunadamente tras la pandemia y la suspensión de clases presenciales muchas escuelas bajaron su exigencia académica para evitar un mayor deterioro de su salud mental. Los maestros eliminamos los exámenes y reducimos el número de tareas; durante las clases a distancia muchas escuelas no exigieron que los alumnos tuvieran la cámara prendida «por respeto a su privacidad» y, claro, hubo muchos que abusaron para ausentarse, hacer otras cosas o simplemente dormir.

La mayoría de los padres, tutores o abuelos intervinieron y facilitaron la responsabilidad de los alumnos, tomando apuntes, escuchando las clases y hasta respondiendo las preguntas de los profesores.

En este regreso a clases presencial estamos encontrando los siguientes problemas en los hábitos de estudio de los estudiantes:

1. Horario del sueño. Durante la pandemia, la mayoría de los estudiantes tenían un horario para dormir muy flexible. Dormían hasta la madrugada y se levantaban pocos minutos antes de iniciar clases: ahora tienen que levantarse mucho más temprano para estar listos y llegar temprano a la escuela. Sin embargo, continúan acostándose tarde. Para que su cerebro funcione correctamente es importante dormir bien entre siete y ocho horas.

2. Evitar los distractores. Cuando los niños y adolescentes estaban en clases en pantalla se acostumbraron a distraerse con su celular o tableta. Papás: regulemos el uso de la tecnología, especialmente en el horario de estudio y realización de tareas. La regla es que todo aparato electrónico que pueda distraerlos debe estar en otro cuarto.

3. Adaptarse a la nueva metodología de exámenes y tareas. Es diferente las exigencias en clases a distancia que presenciales. Los hijos deben ahora buscar las mejores formas para sobrevivir ante las nuevas exigencias escolares. Ahora requieren de un estudio más estructurado y priorizado, ya que no es lo mismo presentar un examen en la computadora que en papel. Sólo con estas medidas, nuestros hijos saldrán adelante en su camino académico y alcanzarán sus metas.

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